Siria: la vida es más fuerte que las bombas
Tras cerrar 2014, un año marcado por las guerras, las masacres, las epidemias y otras tragedias, los fotógrafos de AFP cuentan la historia de imágenes bellas o esperanzadoras, tomadas en el contexto de eventos dramáticos.
En una calle de Duma, el 13 de diciembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)
DUMA, Siria, 16 de diciembre de 2014 – Antes de la guerra civil en Siria, esto era un mercado siempre lleno de gente. Y ahora es una de las calles que resultó más devastada de Duma, bastión rebelde en los suburbios de Damasco que ha estado bajo el asedio de las fuerzas del gobierno desde hace más de un año.
Yo paseaba por la ciudad para fotografiar la vida cotidiana cuando fui sorprendido por esta escena. Es en el lugar donde cayó una bomba que había dejó al menos siete personas muertas. Dos de ellas jamás fueron encontradas y aún yacen bajo los escombros.
No sé nada acerca de la mujer y el niño de la foto. Pero a pesar de los bombardeos, la destrucción, el peligro, esta es una escena habitual en Duma: una mujer llevando a su hijo en un carrito, como lo hacen todas las madres en todas partes del mundo.
Un niño prepara su cartuchera antes de ir a la escuela en Duma, el 20 de diciembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)
Hay dos tipos de madres aquí.
Las primeras son las que prefieren llevar a su hijo consigo adonde quiera que vayan. “No es seguro ningún lugar aquí, así que ¿por qué no llevarlos?”, piensan.
Las segundas optan por mantener a sus hijos dentro de casa. La mía es de este tipo. Ella prefiere que mis hermanos se queden en casa cuando tiene que salir. "Aunque no estás seguro en ninguna parte, al menos siento que estoy haciendo lo máximo posible para que estén a salvo”, dice.
Una calle de Arbeen, suburbio rebelde de Damasco, el 17 de diciembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)
La situación en Duma es cada vez más dura. La gente está padeciendo el asedio y los bombardeos. Todo escasea: las medicinas, la comida, el agua, el combustible y la electricidad.
Y es ciertamente muy peligroso aventurarse fuera de casa, pero no queda más remedio que hacerlo. Sabes que la vida tiene que continuar, sea cual sea la situación. Es difícil de creer, pero a veces en las jornadas más sangrientas, cuando voy a cubrir las consecuencias de un bombardeo, espero encontrar las calles desiertas pero me las encuentro, en cambio, llenas de gente trabajando, yendo a la escuela o a comprar a apenas 50 metros del lugar donde cayó una bomba.
"Pase lo que pase tenemos que alimentar a nuestros hijos”. Eso es lo que dicen todos.
Abd Doumany es un fotógrafo independiente basado en Duma que colabora regularmente con la AFP. También escribió: Pesadilla en un “hospital” sirio.
Una fiesta infantil organizada por la Cruz Roja en Duma el 27 de noviembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)