Pesadilla en un "hospital" sirio

Un niño herido por la explosión de un proyectil de mortero recibe sutura en la cabeza en un hospital improvisado en Duma, ciudad rebelde sitiada en los suburbios de Damasco, el 11 de noviembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

DUMA, Siria, 12 de noviembre de 2014 - Duma, donde vivo, es un bastión de la rebelión siria. Es una ciudad de 200.000 habitantes ubicada en las afueras al noreste de Damasco, que está bajo asedio desde hace más de un año por las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad. Los disparos de artillería y los ataques aéreos y terrestres nos asedian prácticamente todos los días. Duma se encuentra en el sector de la Ghouta, controlado por el Ejército Sirio Libre y atacado con armas químicas en agosto de 2013, presuntamente por el gobierno. 

24 de septiembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

El "hospital" donde tomé estas fotos fue improvisado en el sótano de un edificio. Está gestionado por la Oficina Médica Unificada de Duma, un organismo creado en 2013 para coordinar las oficinas médicas y hospitales privados de la zona. Este hospital recibe heridos de guerra provenientes de toda la Ghouta. Es una suerte de centro de clasificación: los casos de leves a medios son atendidos en el acto, mientras que los heridos más graves y los que requieren una intervención quirúrgica, son enviados a otra parte.

3 de octubre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

Cada vez que ocurre en Duma un bombardeo intenso o un ataque aéreo me dirijo al hospital para tomar fotografías de las consecuencias de los ataques. A veces, yo llego en plena pesadilla, con una cincuentena o más de heridos que se hacinan en el pequeño dispensario en un ambiente de ira y de miedo. En ese caso es muy difícil tomar fotos. A menudo me abstengo de sacar fotos porque la escena que estoy presenciando es realmente demasiado atroz.

11 de noviembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

El hospital carece de equipos y de medicamentos. Los médicos y enfermeros se esfuerzan pese a todo por mantener unas condiciones de higiene mínimas. Como los heridos no paran de aumentar, el personal médico está constantemente agotado. Han llegado a trabajar 48 horas seguidas sin dormir durante los ataques más sangrientos.

11 de noviembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

De todos los heridos que he fotografiado en los últimos meses, el que más me impresionó es Ahmed. Tenía diecisiete años y fue gravemente herido en la mano en un ataque aéreo hace varios meses. Los médicos consideraron inevitable amputar seis dedos, pero él se negó. Decía que tenía esperanza, que un día su mano mejoraría y que podría utilizarla de nuevo, que podría escribir... Pero ahora su mano está gangrenosa, y difícilmente pueda evitar que se la corten.

24 de septiembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

Cada vez que voy a este hospital, yo vuelvo con sentimientos diferentes. A veces predomina el miedo. A veces, la tristeza. Nadie puede acostumbrarse a este tipo de escenas. Los heridos se suceden y con frecuencia se parecen, pero cada vez el impacto es igual de violento. A veces, al volver, me paso horas en silencio. Soy incapaz de hablar con nadie. Me siento deprimido, y las horribles imágenes quedan grabadas en mi cabeza durante horas.

7 de noviembre de 2014 (AFP / Abd Doumany)

Pero lo que menos soporto es ver el dolor de las personas que perdieron a un ser querido. Suelo abstenerme de fotografiar esas escenas por respeto a ellos. Sé exactamente cómo se sienten. En esta guerra perdí a uno de mis hermanos.

Abd Doumany es un colaborador eventual de AFP en Duma, Siria.

Un niño llora mientras ve a su padre herido el 9 de septiembre de 2014 (FP / Abd Doumany)

Abd Doumany