"Hasta ahora, nunca había podido capturar un fenómeno natural tan imponente como una erupción volcánica. Chile cuenta con unos noventa volcanes activos que de vez en cuando, sin previo aviso, entran en acción generando estruendos naturales de una imponencia tal que todo fotógrafo sueña con presenciar. Pero Chile es un país inmensamente largo y estrecho, y los vuelos nacionales suelen cancelarse cuando hay peligro volcánico. Eso significa que la mayoría de las veces, para llegar al lugar de una erupción es necesario manejar durante horas. Y lo más probable es que cuando llegas, el volcán ya se ha apagado", cuenta el fotógrafo Martín Bernetti desde Chile, quien consiguió retratar el despertar del Calbuco.