"La cobertura de un Mundial de fútbol dura casi 40 días y se va alejando muchos de lo planeado según se van dando resultados inesperados. Si un equipo queda eliminado de forma imprevista te ves obligado a rehacer todo tu programa", cuenta Pablo San Román, inicialmente destinado a cubrir a la selección española, pero quien luego se vio forzado a "adoptar" a otras selecciones. "No hay nada más frustrante para un periodista deportivo de agencia, que tiene que mandar la crónica lo más pronto posible, tras la conclusión del partido, que el resultado cambie completamente en los últimos minutos..."