James Foley, valentía y humanidad
WASHINGTON, 20 de agosto de 2014 - El periodista estadounidense James Foley, muy apreciado entre los reporteros con los que compartió coberturas en los puntos más peligrosos de Medio Oriente, luchó por contarle al mundo las historias de civiles atrapados en el caos de la guerra.
El reportero freelance de 40 años fue secuestrado en el norte de Siria en noviembre de 2012 y mantenido como rehén durante casi dos años por milicianos yihadistas, que finalmente lo ejecutaron. Pero ya había dejado una huella en la vida de muchos.
Colegas de todo el mundo rindieron tributo el miércoles a la valentía, la compasión y el buen humor con que realizaba el trabajo que había elegido, mostrando la cruda realidad de los que se hallaban atrapados en medio de la guerra.
La periodista Daphne Benoit, de Agence France-Presse, trabajó junto a Foley en la ciudad rebelde libia de Misrata en octubre de 2011, cubriendo los últimos y sangrientos días del régimen de Muamar Gadafi.
James Foley descansa en un salón del aeropuerto de Sirte, Libia, el 29 de septiembre de 2011 (AFP/Aris Messinis)
“Un periodista tenaz”
"Era un chico noble, sus elaborados artículos siempre unidos a una sonrisa, era inseparable de otros dos periodistas freelance", contó Benoit.
"Los tres fueron secuestrados en Brega por seguidores de Gadafi en abril [de 2011] y mantenidos en cautiverio durante un mes, pero eso no le impidió regresar a Libia para cubrir la caída final del régimen", siguió Benoit. "¿Por qué quería volver? James contestó con timidez pero con su sonrisa. Parecía tan obvio para él: necesitaba presenciar el final de la historia".
"No era imprudente, simplemente era un periodista tenaz. Hizo lo correcto: el 20 de octubre de 2011 fue uno de los pocos periodistas en el terreno en Sirte que cubrió la captura y ejecución de Gadafi".
“Una increíble humanidad"
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Los colegas y compañeros de cautiverio de Foley, la estadounidense Clare Morgana Gillis y el fotógrafo español Manu Brabo, se refirieron a su valentía y a su compañerismo durante su detención en Libia.
Ese mes de cautiverio le dio a Foley tiempo para pensar, tal como les explicó a los estudiantes de la facultad de Periodismo de Medill, en Evanston (Chicago) tras su retorno.
"Cuando empiezas a asumir riesgos, cuando recibes alertas cercanas, realmente tienes que prestar atención", dijo. "Tu vida es más valiosa".
Pero cuando los jóvenes aspirantes de reporteros le preguntaron por qué había elegido trabajar en esas zonas, explicó: "Existe una humanidad increíble en esos lugares".
James Foley en Alepo, 5 de noviembre de 2012 (AFP/Nicole Tung)
Sus colegas recuerdan el interés de Foley en el lado humano de los conflictos. El coordinador de video para Medio Oriente, Djilali Belaid, contó que el primer trabajo que hizo este periodista independiente para la AFP fueron imágenes tomadas en la provincia siria de Idlib.
"Imágenes de una violencia estremecedora contra la población civil bajo un diluvio de proyectiles de tanques", dijo Belaid, quien recordó el coraje de Foley y su disposición a estar en las primeras líneas del frente.
"Con su pequeña y discreta cámara, su casco y su chaleco antibalas, James Foley era capaz de meterse en las líneas de frente, cruzándose a menudo con civiles que huían en dirección opuesta, o poniéndose a resguardo de los bombardeos junto a ellos", agregó Belaid.
"Sus imágenes hablaban por sí mismas, pero los correos electrónicos que las acompañaban siempre mencionaban los nombres de aquellos a los que entrevistaba e incluso los de quienes eran grabados después de haber muerto por las bombas.
"Para él no había víctimas anónimas, había convertido en un principio la búsqueda de sus nombres y de información sobre sus vidas".
(I-D) Los periodistas Nigel Chandler de Gran Bretaña, Manu Brabo de España, y James Foley de Estados Unidos y su compatriota Clare Morgana Gillis llegan al hotel Rixos de Trípoli, el 18 de mayo de 2011, tras su liberación (AFP/Mahmud Turkia)
El trabajo de Foley en Idlib tampoco fue olvidado por los sirios de allí. El día después del anuncio de su muerte, comenzó a circular en Twitter una imagen de hombres que portaban las banderas de la rebelión siria y una bandera en su homenaje.
"La humanidad está orgullosa de James: La Revolución Siria, la región de Idlib, 20 de agosto de 2014", se lee, alabando a Foley por su trabajo para mostrar la brutalidad del régimen de Bashar al Asad como de sus rivales del Estado Islámico.
El editor jefe de video de AFP, Henri Bouvier, dijo que Foley captó "momentos en que la humanidad se impuso a la guerra, como durante un casamiento de un rebelde y una enfermera durante una noche en Alepo mientras las bombas caían a poca distancia".
Las condolencias y los mensajes conmovedores se multiplicaron después de que Estado Islámico difundiera el martes un video que mostraba a un militante enmascarado que decapitaba a un hombre parecido a Foley.
Su colega Fabienne Bruere, también periodista de AFP, trabajó con Foley a través de correos electrónicos y llamadas telefónicas desde el terreno durante seis meses antes de finalmente conocerlo en persona en Antakya, Turquía, poco antes de que cruzara a Siria por última vez.
"No dudó en viajar decenas de kilómetros simplemente para ponerle cara a mi nombre, para tomar una copa juntos", recordó.
"Me encontré con un hombre que era la imagen misma de sus e-mails: pies en la tierra, alegre y modesto. Fue unos días antes de que desapareciera".
Chapitas como parte de la campaña para la liberación de Foley en un debate sobre la importancia y los peligros de las coberturas de guerras en Boston, EEUU, el 3 de mayo de 2013 (AFP/Don Emmert)
Dave Clark es jefe de la mesa en inglés de AFP para América del Norte en Washington