"La única vez que había visto a Perú llegar a un Mundial fue en España-1982. Tenía 6 años y era el duelo contra Camerún, que empataron sin goles. Ya no me acuerdo más", cuenta el jefe de redacción de la oficina de Perú, Moisés Ávila.
"Hoy tengo 42 años y mi generación no ha aportado un solo jugador que haya ido a una Copa del Mundo. Nos acostumbramos a ver a Perú fracasar a la mitad de la clasificatoria... Pero el último miércoles fue diferente: los nombres de Cueva, Flores, Farfán y, cómo no, de Paolo Guerrero, se lucían en las camisetas que los peruanos vestían orgullosos por las calles, antes del partido final para volver a un Mundial luego de 36 años de ausencias".