Un guardia de seguridad ayuda a una mujer herida fuera de la estación de Maalbeek, en Bruselas, el 22 de marzo de 2016 (AFP / Michael Villa)

Reporteros involuntarios

PARÍS, 24 de marzo de 2016 - Hubo un tiempo en el que los testigos de ataques sólo pensaban en huir. Pero hoy día, algunos de ellos optan por agarrar sus smartphones y grabar lo que sucede. Para los periodistas, esto ha significado un cambio radical.

Tan solo unos minutos después de las explosiones en el aeropuerto de Bruselas el 22 de marzo, las imágenes de lo sucedido comenzaron a circular en las redes sociales. Es cierto que estaban dadas todas las condiciones: los ataques ocurrieron en un lugar repleto de personas procedentes de varios países, en una ciudad con una muy buena red de comunicaciones móviles.

Uno de los primeros videos muestra a gente huyendo del aeropuerto entre humo. Cuando lo ves, entiendes perfectamente que algo muy serio ha pasado. Poco después, llegan imágenes de victimas ensangrentadas entre la nube de polvo. Cuando tuvo lugar el segundo ataque, en la estación de metro de Maelbeek una hora más tarde, también comenzaron a circular fotos y videos instantáneamente.

Dos mujeres heridas en las explosiones del aeropuerto de Zaventem, Bruselas (AFP / Georgian Public Broadcaster / Ketevan Kardava)

Los periodistas no pueden estar en todas partes a la vez. En algunas ocasiones tienen “suerte” y son testigos de un evento como este en primera persona. Pero desde hace años, lo que conocemos como UGC (contenido generado por los usuarios), fotos y videos de testigos que  terminan en las redes sociales, ha estado adquiriendo un rol esencial a la hora de informar.

Para los periodistas, esto significa que tienen que cubrir dos zonas: el lugar físico en el que sucede el evento y el virtual, donde tienen que ir a la caza del material que los testigos publican.

¿Buitres?

¿A la caza? La palabra puede sorprender, sí. Al igual que el fotógrafo que apunta con su cámara a una víctima y que es insultado por los presentes en la escena, el periodista que rastrea el UGC es fácil de tachar  de "buitre" o "carroñero". Sin embargo, hay que hacer esta labor para mostrar la realidad del momento, como complemento del trabajo que se realiza después por nuestros fotógrafos y reporteros de video profesionales. Todo ello manteniendo las garantías y principios éticos, por supuesto.

Evacuación de heridos en la estación de Maelbeek (AFP)

En AFP éramos cuatro periodistas para las redes sociales, integrados en la redacción central de París, cuando las imágenes de los ataques comenzaron a inundar nuestras pantallas. En un lugar como Bruselas, con una buena conexión 4G, descargar un video de treinta segundos y publicarlo en las redes sociales lleva muy poco tiempo. Y en hora pico, los testigos eran muchos, muchos.

Nuestra prioridad era centrarnos en las fotos y videos que encajaban con el criterio editorial de AFP, por lo que no publicamos aquellas que degradaban a las víctimas o las que eran muy sangrientas. También tenemos que ser muy cuidadosos para evitar los errores típicos: fotos y videos de otros eventos que algunas personas publican en las redes sociales para engañar a los medios. Esa mañana, algunos cayeron en la trampa y usaron imágenes tomadas durante un ataque en Moscú en 2011.

Cuando vemos una imagen interesante, contactamos con la persona que la publicó. Esto puede ser delicado. Alguien que acaba de presenciar un ataque mortal puede estar en estado de shock. Por un lado, no quieres acosar a esa persona pero, por otro, es legítimo suponer que alguien que ha publicado una imagen en las redes sociales es consciente de lo que hace y quiere que esa imagen sea vista cuantas más veces mejor.

A la mayoría de las personas que contactamos ese día no les importó que usáramos sus imágenes. De hecho, algunos contactaron directamente a AFP para ofrecer fotos y videos.

Equipos de rescate evacúan a heridos a las afueras de la estación de metro de Maalbeek (AFP)

Cómo encontrar una buena foto

En este tipo de situaciones, tienes que actuar rápidamente, antes de que otros periodistas de otras partes del mundo contacten a la misma persona, a menudo sin mucho tacto, lo que puede provocar que deje de responder. Lo primero que hacemos es preguntar si está a salvo. Más tarde si es el autor de la imagen y luego si podemos usarla.

Algunos medios no se toman tantas molestias y publican cualquier cosa que encuentran online.  Pero AFP es una agencia de noticias internacional y las imágenes que utilizamos se pueden publicar en cualquier parte del mundo, lo que significa que tenemos que ser muy escrupulosos con los derechos de autor y los principios éticos. Por ello siempre pedimos permiso por e-mail para usar las imágenes, o al menos por Twitter. También nos aseguramos de que la imagen es auténtica. La forma más fácil de hacerlo es hacer una búsqueda en Google, para comprobar que la foto no es de un acontecimiento ya pasado. Si tenemos la más mínima duda, no la usamos.

Captura de un video que mostraba la evacuación de los pasajeros del metro después de las explosiones en la estación Maalbeek (AFP / EurActive / Evan Lamos)

A veces la gente se niega a dejarnos usar imágenes que publicaron en Twitter. En estos casos, no insistimos. Lo mismo sucede para aquellos que no responden a nuestra llamada, probablemente se debe a que cientos de nuestros compañeros les han saturado sus buzones con peticiones similares. Tratamos de centrarnos en un pequeño número de fotos muy interesantes.

Para encontrar un buen UGC, hace falta un gran conocimiento de las redes sociales. La foto de la parte superior de este blog fue elegida por The New York Times, The Economist y otras publicaciones de todo el mundo. Fue tomada por un viandante que la publicó en Twitter a las 11H05 con el hashtag #Maelbeek. A las 11H13, le pedimos permiso para usarla y  a las 11H29 nos lo dio a través de Twitter, más tarde, a las 12H20, vía e-mail. Esta persona tenía tan solo 50 seguidores por lo que su foto fue sólo retuiteda 12 veces. La encontramos gracias a una cuidadosa búsqueda en Twitter.

¿Dinero? A veces la gente nos pide una compensación, pero en pocas ocasiones. Nadie lo hizo en los ataques de Bruselas.

Rémi Banet y Grégoire Lemarchand son periodistas del equipo de redes sociales de la AFP en París. Sígalos en Twitter (@RemiBanet y @greglemarchand). Este artículo fue escrito con Roland de Courson en París.

Guardia de seguridad ayuda a una mujer herida fuera de la estación de Maalbeek, en Bruselas, el 22 de marzo de 2016 (AFP / Michael Villa)