Kashgar-- "Uno espera tener problemas cuando reporta historias sensibles en China. La gente te sigue, malandros te bloquean el camino, te surgen obstáculos en los lugares más inocuos. Al principio te sorprendes, pero luego te puedes acostumbrar a esas cosas", escribe Pak Yiu, videasta en la oficina de Pekín.
"Sin embargo, cuando fuimos a la región de Xinjiang hace unos meses, había un nivel totalmente distinto. Era algo surreal, siniestro y algunas veces cómico, todo en uno".