El Mundial desde arriba
Ekaterimburgo, Kaliningrado, Nizhni Nóvgorod, Samara, San Petersburgo, Sochi (Rusia) -- Los dos tienen una vista única de la Copa del Mundo 2018. Los fotógrafos Kirill Kudryavtsev y Jewel Samad tienen acceso exclusivo a las pasarelas de algunos estadios en Rusia; una mirada vertical al campo de juego que proporciona un ángulo original para capturar la acción. Los que tengan vértigo, abstenerse.
Jewel Samad
Director de fotografía de Asia del Sur, basado en Nueva York
Mientras siga el juego a través del visor de mi cámara, todo está bien. Pero cuando miro la tierra debajo de mí sólo con mis ojos, me empiezo a marear, incluso siendo una persona que no le teme a las alturas.
Es bastante extraño seguir a 20 muchachos corriendo debajo de ti, a más de una decena de pisos de distancia.
Algunas de estas imágenes son muy fuertes, porque no estamos acostumbrados a ver la acción desde esta perspectiva. Por lo general, los fotógrafos siguen la acción desde el campo, a la altura de los jugadores.
Para llegar a ese punto, primero tuve que obtener un certificado. En Bangkok, un entrenador me enseñó todo lo que podía y no debía hacer, cómo vestirme para que nada se caiga y cómo usar el equipo de seguridad. Después fui a practicar en una torre con un casco, un arnés y mosquetones.
Puedo entrar al estadio unas dos horas antes del partido. Los miembros de la seguridad me abren el acceso, y desde allí quedo completamente solo.
En el mejor de los casos, solo tengo que subir una escalera. Es más difícil en el estadio de Ekaterimburgo, donde el acceso al puente es trepando por una escalera portátil. Con una mochila que pesa 20 kilos en mi espalda y la cámara colgada de mi cuello, escalo cada peldaño haciendo una pausa.
Una vez en la pasarela, todo es más fácil. Estoy muy seguro. Algunas pasarelas rodean todo el techo y, por ende, toda la cancha. Otras son más complicadas, como las del estadio de Sochi, que es muy alto.
Mis fotos se envían en tiempo real a la mesa de edición. Para mantener el ritmo, llevo frutas secas y agua, pero debo tener cuidado de no beber demasiado, porque no hay lugar para satisfacer una necesidad natural. Y está fuera de discusión bajar antes del final del partido.
En general, me quedo sobre una mitad del campo antes de cambiar de lado en el entretiempo. O me paso todo el juego encima del banco del mejor equipo.
Sacar la foto es un gran problema. Con la distancia, me veo obligado a utilizar una distancia focal de 500 mm. Esto implica cargar seis kilos alrededor del cuello solo para el teleobjetivo, que pesa mucho en las cervicales al final del juego.
Para evitar una caída, tengo dos correas de seguridad que unen la lente y el estuche a la barandilla de la pasarela. Uso pantalones con bolsillos con cierre, para estar seguro de que nada pueda caer sobre un espectador o un jugador.
Me han dicho que desde esta altura, incluso una moneda podría lastimar mucho a cualquiera.
François-Xavier Marit
Referente de fotografía en la jefatura de redacción técnica
Primero hubo un gran trabajo de preparación con los organizadores, y muchas visitas, sin saber si al final obtendríamos la autorización para trabajar desde los techos de los estadios.
También nos hicieron entender que, en caso de acuerdo, los procedimientos burocráticos serían bastante pesados.
No imaginaba entonces que tendríamos que completar más de 300 solicitudes de acceso. Uno para cada partido, para cada estadio y para cada fotógrafo involucrado. Al final, fuimos la única agencia que siguió con esta carrera de obstáculos hasta el final.
Algunos estadios nos negaron el acceso, otros lo otorgaron, a veces en el último momento tras una negativa inicial. También fue necesario encontrar fotógrafos capaces de trabajar en la altura con un arnés. Incluso hay una norma para eso.
Para cuidarnos las espaldas hemos desplegado cámaras activadas o controladas a distancia. Serán muy útiles para nosotros en el estadio Luzhniki en Moscú, donde tendrá lugar la final y cuyo acceso al techo ha sido rechazado por la seguridad rusa. Las dos cámaras controladas de forma remota están en línea con los objetivos. Son manejadas con joysticks desde el centro de prensa, a dos estaciones de metro del estadio.
Kirill Kudryavtsev
Fotógrafo basado en Moscú
Estoy en camino a Sochi desde Kaliningrado. Estoy deseando ver el estadio, ya que es el más alto junto al de San Petersburgo.
Tengo cierta experiencia con la altura gracias a los lanzamientos espaciales... Ya he cubierto de tres a cuatro lanzamientos del cohete Soyuz desde Baikonur. Y para eso tienes que ir e instalar cámaras de control remoto en una torre cerca de la plataforma de lanzamiento, antes del despegue, y recuperarlas después.
Tenía el entrenamiento, y ahora tengo el equipo. Esta es la primera vez que escalo con un casco. A primera vista, la misión da un poco de miedo, pero, sinceramente, es fácil hacerlo de manera segura. Incluso en el estadio más impresionante, en San Petersburgo, que tiene una altura increíble, con una pasarela que pasa sobre el borde del techo.
Cuando me inclino, tengo que ser muy cuidadoso porque estoy directamente encima del público. Ni siquiera me atrevo a imaginar qué pasaría si dejara caer algo.
Hay una regla esencial para respetar cuando se trabaja en altura, y es no apresurarse. Es necesario ejecutar cada gesto lentamente y permanecer concentrado. Es un poco como escalar, cualquier precipitación está prohibida.
Cuando llego a la pasarela, mis manos están sudorosas. Tengo que adaptarme a este entorno, el vacío, el viento. Me siento y me tomo el tiempo para acostumbrarme al lugar antes de comenzar a trabajar.
Estoy ansioso de estar en Nizhni Nóvgorod. Es uno de mis estadios favoritos porque la luz que entra crea sombras interesantes en el campo. Lamentablemente, solo cubrí partidos por la tarde. Sé que tengo que estar allí para un encuentro programado para las 5 de la tarde.
En cualquier caso, me encanta trabajar desde esa altura. Da un poco de miedo al principio, pero la posición proporciona ángulos de disparo increíbles.