"'Que nos maten a todos, si esa es la condena a muerte por reportear este infierno. No al silencio'. Las palabras son la mejor arma de un periodista y Javier Valdez no pudo ser más claro cuando asesinaron a su compañera Miroslava Breach a finales de marzo", recuerdan los periodistas Sara Puig, Jennifer González y Jean Arce, de la oficina de México.
"Como él, Breach informaba sobre crimen organizado, narcotráfico y todo tipo de temas que ensombrecen a México. “La mataron por lengua larga”, sostuvo.
Casi dos meses más tarde, su nombre pasó a formar parte de la lista de más de 100 reporteros que han perdido la vida por su profesión desde el 2000 en México, el tercer país más peligroso del mundo para ser periodista después de Siria y Afganistán, según Reporteros Sin Fronteras (RSF).
El 15 de mayo le dispararon 12 veces a plena luz del día en Culiacán (Sinaloa), su ciudad natal. Tenía 50 años, era padre de familia y hace poco tiempo habían empezado las amenazas.