"Los grandes desfiles de moda son un poco como las alfombras rojas de Hollywood", cuenta Gabriel Bouys, fotógrafo de AFP en la oficina de Roma. "Las estrellas se hacen esperar, llegan a último momento. Todo lo contrario que la mayoría desconocida, que llega muy temprano para tratar de llamar la atención y ser fotografiada. Este año aproveché que éramos más que de costumbre –cuatro fotógrafos en lugar de tres- para intentar de captar y mostrar una mirada diferente del evento. Esta vez dejé de lado los desfiles y me dediqué a los entretelones y a todo lo que pasaba en la calle. Y descubrí un mundo del que no tenía ni idea".