Ciencia ficción en Bangkok

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

BANGKOK, 18 de marzo de 2015 – El templo Wat Phra Dhammakaya en Tailandia es único en su tipo, con su domo en forma de platillo volador hecho de miles de estatuas doradas de Buda. En el corazón de un complejo religioso del tamaño de un aeropuerto, es considerado el hogar de 3.000 monjes. Localizado en un suburbio industrial al norte de Bangkok, el enorme complejo es una de las primeras cosas que ves cuando aterrizas en Don Mueang, uno de los dos aeropuertos de la capital del país.

La construcción futurista también genera controversia en Tailandia, su colosal escala es comúnmente criticada en un país donde muchos aún viven en condiciones de pobreza. El culto budista que administra el templo, el Movimiento Dhammakaya, alega tener cerca de 10 millones de seguidores alrededor del mundo. Ha enfrentado críticas sobre sus métodos para recaudar fondos y ha sido obligado a reembolsar una donación de unos 20 millones de euros, supuestamente producto de una malversación de un empresario que esperaba garantizar una reencarnación favorable.

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

Grandes festivales alcanzan a reunir a 100.000 devotos en el lugar. Uno de los más impresionantes es el Macha Bucha, que celebra la ordenación de 1.250 monjes quienes irán a difundir las enseñanzas de sus maestros alrededor del mundo. El Macha Bucha tiene, tradicionalmente, procesiones circulares, con velas encendidas al atardecer en varios templos de Tailandia. Las procesiones en el Dhammakaya son simplemente espectaculares, como algo salido de una película de ciencia ficción. 

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

El ritual dura un par de horas. Los participantes forman dos círculos concéntricos alrededor del domo, conocido como estupa. Primero los monjes, y luego los miles de creyentes que vienen de todos los rincones de Asia solo para esta ocasión. La ceremonia comienza con la llegada de Phra Dhammachayo, el misterioso abad del Movimiento Dhammakaya. 

Él se coloca en un pabellón con aire acondicionado –un refugio fresco en medio del calor y la humedad que les rodea- y comienza su sermón. Hablado en Thai, el monólogo de una hora parece llevar a los seguidores a un estado de trance hipnótico. 

De pronto se detiene: nadie pronuncia otra palabra, el murmullo del generador de energía se corta. La gran multitud está inmóvil, sumergida en un profundo silencio.

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

La tranquila meditación dura hora y media, tiempo durante el cual los fotógrafos pueden pulular en medio de los creyentes, sentados con las piernas cruzadas y quietos como estatuas. Un miembro del culto permanece a mi lado en todo momento para garantizar que yo no rompa ninguna regla, como acercarme demasiado a los círculos formados por los monjes. 

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

Finalmente, al atardecer, los adoradores caminan tres veces alrededor del domo iluminado, en el sentido de las agujas del reloj, siempre con velas en las manos. Después forman un corredor iluminado por velas, que los monjes cruzan para marcar el fin de la ceremonia. El ambiente es extraño, como sacado de la película “Encuentros cercanos del tercer tipo”. Con los monjes en el papel de los alienígenas que acaban de aterrizar a bordo de su nave espacial. 

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

Para fotografiar la retirada definitiva de los monjes –de lejos la toma más espectacular de la noche- me las arreglo para subir a un punto más alto y ventajoso en un andamio preparado para nosotros por los organizadores. Toda la prensa internacional está allí, junto con una docena de fotógrafos y camarógrafos contratados por el Movimiento Dhammakaya, quienes tienen equipos especiales para capturar la ceremonia desde todo ángulo posible. Sin duda, el culto ha aprendido a dominar el arte de las relaciones públicas.

Nicolas Asfouri es un fotógrafo de AFP radicado en Bangkok. Visite su página web aquí.

El festival Macha Bucha en el templo Dhammakaya en Bangkok el 4 de marzo de 2015 (AFP Foto/Nicolas Asfouri)

Nicolas Asfouri