Seis meses en India: lo mejor
Coordinadora de video de AFP para el sur de Asia
NUEVA DELHI, 20 de agosto de 2015 - En febrero de 2015 me instalé en Nueva Delhi como coordinadora de video de AFP para el sur de Asia. Aunque ya había viajado por la región y me había preparado todo lo posible para mi nuevo puesto, me di cuenta rápidamente de que este país me tenía reservado un sinfín de sorpresas.
No reparé en que llegaría justo tras la victoria del candidato del partido del primer ministro Narendra Modi, Arvind Kejriwalen, en las elecciones de la ciudad de Delhi. Durante mi primera salida a grabar, de pronto me vi sumergida en una multitud eufórica que metía naranjas en mis bolsillos y colocaba bebés en mis brazos.
Yo ignoraba que grabar un mitin político de Modi implicaría horas de espera en una silla desvencijada bajo un sol inclemente, despejando en vano las gotas de sudor que se me deslizaban hacia los ojos.
Tampoco sabía que un ascensor podía no funcionar por el «Receso de almuerzo».
Si bien es fácil tener imágenes bellas de la India, a menudo son difíciles de filmar. Tan pronto salga con mi cámara, se produce un mini-motín. A veces me es imposible salir del amontonamiento que se genera a mi alrededor. Una de las reglas del periodismo es jamás convertirse uno mismo en el protagonista de la historia, pero eso ¡a menudo es complicado de aplicar en India!
Seis meses más tarde... ya me acostumbré a esas miradas que me siguen adonde quiera que voy. Y es lo justo: se contentan con mirarme algunos (largos) minutos mientras yo los inmortalizo con mi cámara.
También me acostumbré a que las cosas más simples se convierten en un acontecimiento agotador, y a tomármelo con una sonrisa. Un trayecto que debería hacerse en cinco horas puede volverse una epopeya de diez horas en las carreteras congestionadas, dañadas, medio inundadas por el monzón u obstaculizadas por vacas sagradas -y sagradamente lentas.
Me acostumbré a que todo el mundo, desde mi médico hasta los aldeanos de Uttar Pradesh, pasando por el chofer de autorickshaw y el experto lleno de diplomas me pregunten, antes incluso que mi nombre, si estoy casada.
Pero a lo que no me acostumbro aún es a la riqueza ostentosa, a la a veces enfermiza brecha que la separa de la pobreza extrema; a ver personas sin piernas y en harapos arrastrándose sobre el asfalto hirviendo para mendigar delante de restaurantes perfectamente climatizados, ignoradas por la élite india, dedicada a tomarse selfies frente a las tiendas de moda.
No olvidaré las sonrisas recubiertas de paan (betel para mascar) de los agricultores que luchan por mantener sus tierras, las sonrisas melancólicas de las niñas enrolando los cigarrillos tradicionales bidis por un dólar al día en chozas rudimentarias en vez de ir a la escuela, las sonrisas emocionadas de las personas que sufren de lepra cuando les estreché la mano después de grabarlas.
No olvidaré las contorsiones de Modi durante el Día Internacional de Yoga, cobertura todo menos relajante durante la cual tuve que hacerme sitio a codazos entre otros periodistas y el dispositivo de seguridad. Ni las innumerables capas de plástico con que tuve que envolver mi cámara para protegerla de los polvos de la fiesta de Holi, la gran cantidad de cubos de agua de colores que los niños me echaron encima durante un festival hindú, las innumerables manos que tuve que alejar de mí cuando grababa a un sacerdote hindú atravesar una hoguera encendida de varios metros de altura en medio de la noche, durante otra celebración religiosa.
Durante estos seis meses, también fui enviada a cubrir durante dos semanas el terremoto en Nepal, que yo misma sentí a miles de kilómetros de distancia, en mi apartamento en Delhi. Aunque no era mi primera cobertura de desastres, nunca me acostumbraré a cubrir catástrofes naturales.
Todos estos momentos, todos estos rostros no siempre encuentran su lugar en un vídeo de la agencia. Así que los reuní en un video personal en homenaje a este país único y fascinante que apenas empiezo a explorar, que me recuerda a cada momento que todavía hay muchas sonrisas, valientes, resignadas o bromistas por capturar y compartir.
Agnes Bun es coordinadora de video de AFP para el Sur de Asia. Síguela en Twitter y suscríbete a su canal de YouTube. La música del video es Cascading de Vinod Prasanna x Okey Szoke x Pompey.