─Hola, ¿sabe usted algo sobre el matrimonio de Kim Kardashian y Kanye West? ─, preguntaba a una de sus fuentes policiales Sophie Deviller, de la oficina de la AFP en Nanterre, en la periferia de París.
─¿El matrimonio de quién?
─Kardashian. K-A-R-D-A-S-H-I-A-N─ , gritó Sophie a su interlocutora en medio del bullicio de la redacción. Luego la escuchamos pedirle con resignación: ─¿Nos avisarán si se entera de algo?
Todo lo que se sabía era que la estrella estadounidense de telerealidad y el popular rapero estaban por celebrar su boda en algún castillo de Francia. ¿Pero cuál? El secreto que mantenía la pareja era un problema gravísimo que nos movilizó durante casi dos semanas. Y todo para conseguir como resultado… Bueno, ya se sabe.