"Mi hotel de Nueva Orleans se sacude como un tren de carga a toda velocidad", escribe la periodista de AFP Mira Oberman. "Las ráfagas de viento mortales del huracán Katrina rompen los techos, arrancan los árboles de raíz y empujan imponentes muros de agua salada kilómetros adentro de la costa. Hace diez años de esto, y algunas imágenes del 'Big Easy' sembrando el caos y la desolación aún me atormentan."