"Piedras, piedras, piedras. Del tamaño de una casa, de un carro, de una cama. Piedras donde había hogares o escuelas. Juguetes, ropa y muebles: todo aplastado por las piedras. Es todo lo que se ve", escribe la corresponsal de AFP en Colombia, Lissy De Abreu.
"Poco antes de la medianoche del viernes 31 de marzo, esas piedras fueron arrastradas por la fuerza del agua y el lodo, destruyendo barrios completos de la ciudad de Mocoa, en el sur de Colombia".
"El sábado en la mañana empezamos a saber de a poco lo que había pasado: a las 09H00 se informó que el alud dejaba 16 muertos, dos horas después eran 92 y al cierre de ese día más de 200 fallecidos".