La parte visible del iceberg
PARÍS – A cada final de la Eurocopa le siguen sus imágenes más fuertes. Las que inmortalizan los momentos de emoción, de acción, de efervescencia... El pasado domingo, durante la final entre Francia y Portugal, la AFP difundió al menos 1.723 fotos a sus clientes, de las cuales 1.339 fueron tomadas dentro del estadio.
Detrás de todos esos clicks, a veces espectaculares, hay un equipo de fotógrafos, editores y técnicos que trabajan en conjunto y semanas de preparación. Las fotos en sí no son más que, finalmente, la parte visible del iceberg.
En primera línea, evidentemente, están los fotógrafos. Para la final de la Eurocopa-2016, la AFP desplegó en el recinto del Stade de Francia ocho fotógrafos y seis cámaras controladas a distancia. En el exterior, tres fotógrafos se colocaron en sitios altos de París (en la Torre Montparnasse, en la Escuela Militar y en la Torre Pleyel), y otro en la zona de aficionados. En Lisboa y a lo largo de toda Francia fueron movilizados otros fotógrafos para esta cobertura.
Para un fotógrafo, un partido significa 90 minutos como mínimo de trabajo non-stop.
Primero que nada, nos apoyamos en ellos para mostrar las acciones clave del partido:
Luego, están los simpatizantes que proporcionan, de ambos lados, las imágenes coloridas. Algunas de ellas, las clásicas:
Otras, más originales:
Pero también deben mantener un ojo en la tribuna VIP y sus personalidades:
Sin olvidarse de los niños:
Y cualquier evento inesperado en el campo:
Hay momentos de celebración:
Muecas de dolor, lágrimas de tristeza o alegría:
Cabezazos...
... y el equipo técnico sincronizado:
Y luego está cuando estalla la alegría:
Y la desesperación que tumba:
Y a veces, ambas en una misma imagen:
Durante el partido, cada fotógrafo tiene un lugar asignado y sus equipos están conectados a cables, lo que les permite transmitir sus imágenes rápidamente.
A veces trabajan en “live”, lo que significa que sus imágenes se transmiten instantáneamente a los editores. Los fotógrafos pueden así “disparar” sin interrupción.
Otras, utilizan la función “tag and send” (seleccionar y enviar). Toman varias fotos, las miran en la pantalla de su cámara, seleccionan las mejores y las envían a los editores. Esta técnica permite limitar el volumen de fotos enviadas, pero obliga al fotógrafo a despegar los ojos del juego durante unos segundos.
Por supuesto, debemos tener la mejor foto, pero en un mundo hiperconectado, la rapidez es primordial y el cliente debe poder recibirla en el lapso más corto posible. Y es allí donde entran los editores.
Porque la primera acción del partido debe estar en el hilo de las fotos disponibles en menos de un minuto. Esto significa reencuadrar, colocar la leyenda y enviar la fotografía en menos de un minuto.
Y es el mismo proceso para cada acción: un editor escoge la mejor toma, la reencuadra y la envía a un segundo editor, que le coloca la leyenda y la distribuye a los clientes... Cuando ocurre un gol, todo el proceso toma en promedio 30 segundos.
Y, por último, está LA foto, la de los ganadores levantando la copa. El momento es delicado porque los fotógrafos están entonces en el campo, al igual que los jugadores y entrenadores. Sus cámaras ya no están conectadas. Los técnicos, presentes también en el campo, recuperan las tarjetas de memoria, corren hacia la computadora y envían las fotos a los editores.
En cada juego, hay muchas acciones espectaculares. Los fotógrafos deben también capturar el ambiente:
Los grandes momentos del partido:
Los instantes de alegría:
O de abatimiento:
Y los inevitables incidentes:
Entonces, a fin de cuentas, ¿qué se necesita para mostrar la final de la Eurocopa? Un equipo de fotógrafos y editores trabajando con un buen soporte técnico y un poco de suerte para que todo salga bien.