No era la primera vez que hacía la ruta de Jalisco a Colima para fotografiar el Volcán de Fuego, por eso cuando vi una nube negra que se alzaba lentamente del cono de la montaña, supe que no iba a ser una jornada como las anteriores.
Aceleré para llegar lo más cerca posible en el poco tiempo que tenía y, en apenas cinco minutos, se produjo una explosión de tal alcance que, según los expertos, no se había registrado en el último siglo. Detuve el carro y retraté el paisaje que comenzaba a cubrirse de ceniza volcánica. Volví al auto para rodear la montaña y conseguir la mayor cantidad de primeros planos posibles.
El Volcán de Fuego tiene un significado especial para mí, marca el inicio de mi carrera con AFP.