El militante anti gobierno federal Duane Ehmer recorre en caballo la Reserva Nacional de Fauna Silvestre de Malheur, en Oregon, que ocupa con otros activistas, el 7 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

El western de la Reserva de Fauna de Malheur

RESERVA NACIONAL DE FAUNA SILVESTRE DE MALHEUR (Estados Unidos), 2 de marzo de 2016 – Es el día cuarenta del enfrentamiento entre militantes armados y autoridades en los confines de Oregon. De pie en medio de la niebla helada del recinto ferial del condado de Harney, me pregunto si este lugar ha vivido antes un día tan movido...

El condado de Harney es aproximadamente del tamaño de Haití o del estado de Massachusetts, pero tiene sólo 7.000 almas. Y la mayoría de estas almas adora la soledad. No es frecuente que los habitantes de este campo perdido del noroeste de Estados Unidos participen en reuniones públicas. No les gusta que las fuerzas de seguridad se metan en sus asuntos. Pero ahí están, amontonados en un salón de fiestas lleno de policías con la esperanza de entender lo que pasa en un refugio de vida silvestre en el medio de la nada, a 50 kilómetros de allí...

El sheriff del condado de Harney, David Ward, habla durante una reunión pública de información en Burns, Oregon, el 6 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Es surrealista. Como todos estos cuarenta y un días de enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y un grupo heterogéneo de manifestantes movido por el desprecio hacia el gobierno federal. Para quienes no viven en el oeste de Estados Unidos, la idea de ciudadanos armados manifestándose contra las autoridades puede ya de por sí parecer completamente surrealista. Pero aquí, la palabra "fed" (o sea,federal) es a menudo considerada una mala palabra. Este es seguramente el caso para los que están reunidos en este salón de fiestas. 

Todo el asunto gira en torno a la tierra. Permítanme explicarme.

Armas para la venta en una tienda de antigüedades en Burns el 5 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

En los estados del oeste de Estados Unidos, la mayor parte de las tierras (53% en el caso de Oregon) pertenece al gobierno federal. Por tanto son tierras públicas, y el gobierno da a personas como los rancheros o ganaderos y los madereros derechos de pastar y de talar. A los rancheros, en general, no les gusta en absoluto este control gubernamental. Ellos creen que, en virtud de que son ellos los que trabajan estas tierras, son los legítimos propietarios. Los conflictos estallan regularmente.

Un opositor del gobierno federal de Estados Unidos hace una pausa en su camioneta cerca de la Reserva ocupado el 11 de febrero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Uno de esos conflictos desencadenó, el 2 de enero, el enfrentamiento de la Reserva. Dos hermanos, Ammon y Ryan Bundy, hijos de un famoso activista antigubernamental, acompañados por varios simpatizantes, tomaron sus armas y se atrincheraron en la sede de la Reserva de Fauna Silvestre de Malheur, un parque natural protegido en el centro del condado de Harney. Protestaban contra la imposición de penas de prisión a dos ganaderos de la región, Dwight y Stephen Hammond, hallados culpables de incendiar tierras federales.

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Uno de los líderes de los manifestantes, Ammon Bundy, deja una rueda de prensa en la Reserva Nacional de Malheur el 6 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Los dos granjeros condenados tomaron distancia rápidamente de esa protesta. Pero la acción no tardó en atraer a decenas de simpatizantes: desde autodenominados "patriotas" hasta iluminados e inadaptados de toda índole, entre ellos muchos excombatientes de Irak, a los que une el odio a los “feds” sin tener nada más en común entre sí.

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Uno de los ocupantes de la Reserva, Jon Ritzheimer, muestra una foto de su familia y una copia de la constitución estadounidense el 4 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

En Oregon, el resentimiento hacia Washington se explica en gran parte por la disminución de la industria forestal, otrora uno de las mayores empleadoras del estado. A finales de 1990, la tala de árboles se redujo considerablemente en las tierras federales con el fin de proteger a las especies en peligro de extinción. Las comunidades afectadas por esta medida recibieron subvenciones temporales para compensar su pérdida de ingresos y ayudar a reconducir su economía. Pero muchos no habían logrado recomenzar en otra actividad cuando los subsidios se acabaron, unos años más tarde. Desde entonces, los habitantes culpan a los "feds" de haberles cortado doblemente los víveres: primero, sacrificando la industria forestal, y segundo, eliminando las subvenciones gracias a las cuales se mantenían a flote a pesar de todo. Ahora, muchos se sienten completamente indefensos.

FOTO" style="margin: 0 auto; display: block;" title="Un simpatizante de Dwight y Steven Hammond, dos agricultores condenados a prisión por incendiar una tierra federal, se manifiesta ante la Cámara de Comercio del condado de Harney en Burns el 27 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr), _Mar 2016">

Un simpatizante de Dwight y Steven Hammond, dos agricultores condenados a prisión por incendiar una tierra federal, se manifiesta ante la Cámara de Comercio del condado de Harney en Burns el 27 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Este sentimiento de impotencia es palpable esta noche en la sala de fiestas, donde las autoridades organizaron una reunión para debatir con el público sobre cómo manejar la guerra de nervios con los milicianos atrincherados. En este punto, cuatro días después del inicio de los hechos, reina una enorme confusión. Nadie sabe exactamente cuántas personas ocupan la Reserva ni quiénes son o qué quieren. Las escuelas permanecen cerradas por razones de seguridad. El hospital local ha reforzado sus efectivos, por si acaso. La vecina ciudad de Burns está literalmente tomada por la policía. Los habitantes se esconden en sus casas y bajan sus persianas.

Camionetas en la nieve

Como internet no está muy extendido en esta zona, asistir a la reunión pública en la sala de fiestas es para muchos la única manera de saber lo que está sucediendo. Mientras yo trato de mantener el equilibrio sobre la nieve resbaladiza, el estacionamiento empieza a llenarse de camionetas pickups, automóviles, camiones de medios de comunicación y de media docena de vehículos de alguaciles de todos los rincones del estado. Un camión se atasca en la nieve, y de inmediato un grupo de voluntarios espontáneos se acercan a sacarlo.

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Periodistas en la entrada de la Reserva Nacional de Malheur, Oregon, el 3 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Durante la reunión, veo a varios de los ocupantes de la Reserva entre la multitud, en medio de los granjeros, los pequeños comerciantes y la policía. ¡Wow! ¿Entonces ellos pueden entrar y salir libremente del parque que tienen invadido? ¿Por qué no los arrestan? Otro momento surrealista...

Vigilado de lejos

Llegué aquí el día después del inicio de la ocupación, al caer la noche. Caía la tarde y me sentí un poco nervioso mientras conducía a la sede de la Reserva en la carretera helada que lleva allí desde Burns. No tenía idea de cómo estos hombres fuertemente armados recibirían a un reportero llegado para fotografiarlos. Y luego estaba esa torre de vigilancia, elevándose hacia el cielo en medio de las colinas... Yo tenía la impresión de ser observado muy cuidadosamente desde allí arriba. Ese mirador y esa sensación de ser vigilado de cerca me acompañarían todos los días hasta el fin de la ocupación.

La torre de vigilancia de la Reserva de Fauna Silvestre de Malheur el 5 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Durante las primeras semanas del enfrentamiento, la policía del estado se mantuvo a cierta distancia del parque. Estableció su cuartel general en varios edificios alrededor de la Corte de Burns. En cuanto al FBI, se ubicaron en el aeropuerto local.

"Apoyados  por Dios"

La Reserva tiene dos entradas. La principal se convirtió en puesto de control para los manifestantes. Apenas más grande que una cancha de baloncesto, está atestado de periodistas. De vez en cuando, los habitantes de la zona vienen a dar una vuelta en auto para ver qué está pasando. Eventualmente, algunos se detienen por un momento y gritan lo que les pasa por la cabeza. En cuanto a la segunda entrada al parque, fue bloqueda por un vehículo colocado transversalmente.

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Una barricada levantada por los manifestantes en la entrada de la Reserva el 7 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Durante estas primeras semanas, los periodistas están autorizados a desplazarse libremente por la sede de la Reserva un rato cada día, a la hora del almuerzo. No podría decir que me siento totalmente cómodo en esos momentos. Estamos en un lugar aislado controlado por hombres armados, algunos de los cuales proclaman insistentemente en que su acción está apoyada por Dios, y sin ningún oficial de policía cerca...

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En la entrada de la Reserva el 5 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Al cabo de tres semanas, a finales de enero, los hermanos Ammon y Ryan Bundy son arrestados en una carretera a unos 80 km de la Reserva. Un tercer militante, Robert "LaVoy" Finicum, es abatido durante la misma operación por la policía porque, según la propia policía, se negó a obedecer y acercó sus manos a un bolsillo donde tenía una pistola cargada. Tras este incidente, la presencia de las fuerzas de seguridad aumentó fuertemente alrededor de la Reserva y yo pasé la mayor parte de mi tiempo caminando, comiendo y hablando con la policía. Privados de sus líderes, muchos de los manifestantes tiraron la toalla y retomaron su vida anterior.

La última semana de ocupación, quedaban solo cuatro irreductibles. Los agentes del FBI cercaron la Reserva, cerraron todas las vías de acceso y ordenaron a los medios retirarse. También pidieron a los propietarios de las fincas de los alrededores abandonar sus hogares, si era posible. Algunos acataron, otros se negaron a abandonar sus rebaños.

Ryan Bundy, uno de los ocupantes de la Reserva, habla por teléfono el 7 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Una tarde, estaba fotografiando uno de las barreras con las que bloquearon los accesos en una carretera en el medio de la nada. Después de semanas de un clima extremadamente frío, el sol brillaba y la brisa era suave. La barrera había sido colocada sobre en una pista de grava que atravesaba la hierba. Pensaba que toda actividad humana, especialmente si implicaba el movimiento de vehículos, sería visible desde kilómetros a la redonda. Sin embargo, de pronto me di cuenta de que media docena de grandes pickups estaban justo detrás de mí. Fui incapaz de determinar de inmediato a qué bando pertenecían los diez hombres que se dirigían hacia mí, blandiendo rifles de asalto. Me apuntaron y exigieron que saliera del coche con las manos en alto.

Una barrera policial en una carretera que conduce a la Reserva de Malheur, Oregon, el 27 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Finalmente, eran del FBI. Tras un primer momento de tensión, mis nervios y los de ellos se calmaron. Me preguntaron lo que había visto en las semanas anteriores. No tenía mucho que decirles.

Uno de los elementos que refuerza el aspecto surrealista de esta historia es el entorno, la belleza del paisaje de la Reserva de Vida Silvestre de Malheur, y estas personas que reclaman el derecho a portar armas y que expresan su odio al gobierno federal en medio de codornices y faisanes. Uno de los ocupantes, Duane Ehmer, enarbolaba dos banderas estadounidenses, una en la parte de atrás de su chaqueta de cuero y otra en la mano, y se paseaba por la Reserva montado en su caballo, Hellboy. Sus cualidades de jinete eran bien conocidas, me comentó un ranchero.

Uno de los ocupantes de la Reserva, Duane Ehmer, hace guardia a caballo el 15 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

También colaboraba con el surrealismo el ganado que pastaba en el forraje, los ciervos retozando en el horizonte entre los pantanos congelados. Pasaba a menudo que los vehículos chocaban con animales de caza en las carreteras heladas en el campo, al punto de que un hombre golpeó a dos ciervos a la vez. Cuando la nieve y el viento daban paso a la niebla, una bonita luz bañaba los grandes espacios.

Los ganaderos alimentan a sus animales cerca de la Reserva el 6 de enero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Uno de los aspectos más conmovedores de esta historia es su impacto en la vida local. Este campo de ensueño se encontró de golpe invadido por hordas de policías, ciudadanos armados y periodistas. Que estés cortándote el pelo en la barbería de la esquina y de repente un enorme blindado de desminado de la policía del estado te pase por delante de tus narices, es como mínimo desconcertante... Carentes de medios de comunicación confiables, los locales a menudo no tienen la menor idea de lo que está sucediendo.

LaVoy Finicum, uno de los ocupantes de la Reserva, da una rueda de prensa el 15 de enero de 2016. Fue abatido pocos días después durante una operación policial (AFP / Rob Kerr)

Muchos habitantes de la zona detestan con toda su alma a los "feds". Pero a los que protestaban, procedentes de todos los rincones de Oregon, les reprochan haber venido a realizar la protesta a su territorio. También les reprochan haber ocupado la Reserva, no haber respetado el lugar, haber dejado tras de sí montañas de basura y haber derribado las cercas. Paradójicamente, el aumento de la actividad ha beneficiado al comercio local. Muchas personas han ganado en un mes lo que por lo general ganan en una temporada completa debido a la afluencia masiva de policías y periodistas. Pero el sentimiento general es de malestar.

Control policial en la carretera cerca de la Reserva el 11 de febrero de 2016 (AFP / Rob Kerr)

Acorde con toda la historia, la ocupación terminó el 12 de febrero de una forma también bastante surrealista. El último ocupante que resistió se llama David Fry y tiene 27 años. Se atrincheró en la sede de la Reserva y durante una hora se dedicó, en directo por internet, a una diatriba durante la que pidió una pizza, después marihuana, invocó a Jesús y al Estado Islámico y denunció el aborto y la política exterior de Estados Unidos, todo mientras abogaba por "libertad o muerte". Después de lo cual se rindió.

Ahora, la Reserva de Fauna Silvestre está siendo restaurada después de semanas de saqueo y negligencia. Supuestamente estará lista para la primavera, cuando la llegada de las aves migratorias atraerá a miles de amantes de la naturaleza. En las praderas del oeste estadounidense, los opositores del gobierno federal seguirán haciendo campaña, en otros terrenos de acción.

Rob Kerr es un fotógrafo independiente que reside en Bend, Oregon. Visite su página en internet y sígalo en Instagram. Este artículo fue escrito con Yana Dlugy en París (leer la versión original).

Una familia manifiesta su apoyo a los ocupantes de la Reserva el 11 de febrero de 2016 (AFP / Rob Kerr)