“Junio de 1995. Nunca se debe leer el diario con los pies encima del escritorio", escribe el periodista de AFP Dominique Chebrol. "¡Si lo sabré! Especialmente al acercarse el verano, cuando los voluntarios para salir de misión escasean. Precisamente por olvidar ese detalle, unos segundos después estoy en la oficina de la jefatura de redacción de la AFP en París. Necesitan a alguien hasta septiembre para enviar a la oficina de Sarajevo, donde la situación se deteriora cada día más. Digo que sí, evidentemente".
"Sarajevo está sitiada desde hace más de tres años y la situación parece estar totalmente bloqueada. Decenas de miles de personas –la mayoría musulmanes, pero también serbios- intentan sobrevivir bajo las bombas y el fuego de francotiradores apostados en las alturas. Con el buen tiempo, la vegetación renace entre las ruinas. Pero para los habitantes de Sarajevo, la banda sonora es la misma desde hace tres años. Incesantes disparos de proyectiles seguidos de gruesas columnas de humo, en los puntos de agua, el mercado central y el hospital para aterrorizar y hacer huir a la población".
"Nunca he puesto un pie en Bosnia. Y lo que aún no sé es que voy a ser testigo del final".