"Era lo más parecido a la Luna que había visto, si es que la Luna realmente es algo así como un páramo desolador", escribe el periodista David García, enviado a cubrir la tragedia provocada tras la erupción del volcán de Fuego en Guatemala.
"A falta de referencias conocidas, mi cabeza buscaba imágenes vistas en libros o por televisión. La ceniza y las piedras de varias toneladas que habían descendido horas antes por la ladera del volcán de Fuego habían sepultado San Miguel Los Lotes, un poblado en el que ni se sabe cuántas personas vivían, y difícilmente se podrá determinar con exactitud cuántas murieron".