"Para nosotros esta historia comienza varias semanas atrás con el descubrimiento de una fosa común en el sur de Tailandia, donde enterraron los cuerpos de los migrantes Rohingya que entraron ilegalmente al país desde la vecina Birmania", cuenta Christophe Archambault desde Tailandia. "Los Rohingya son una de las minorías más perseguidas en el mundo según Naciones Unidas. Decenas de miles han dejado Birmania desde que estallaron los enfrentamientos con los budistas Rakhine en 2012. Aunque los sucesos no están claros, se sospecha que redes de tráfico de personas los han sacado del país a través de una ruta que conecta con el sur de Tailandia, donde son mantenidos por contrabandistas en precarios campos antes de ser trasladados principalmente a Malasia".
