"En la zona rebelde de Alepo, casi todos los jardines públicos se convirtieron en cementerios. Ya no hay restaurantes, ni distracciones, ni felicidad. Varias veces al día, se escuchan los aviones del ejército de Asad pasando por encima de nuestras cabezas. Nunca se está a salvo. Cada instante, cuando caminas por la calle, cuando estás en casa, cuando vas a la mezquita, una bomba de barril puede caer sobre ti. Un día estás sentado charlando con alguien y al día siguiente te enteras de que ha muerto."
Baraa Al-Halabi, fotógrafo independiente en Alepo y colaborador habitual de AFP, acaba de recibir uno de los premios Fipcom 2015 por la imagen de arriba, tomada unos instantes después de un ataque con bomba de barril atribuido a las fuerzas del gobierno contra la zona rebelde de Kallaseh el 3 junio de 2014, el día de las elecciones presidenciales en Siria. Aquí cuenta su cotidianidad.