3.200 nudistas azules

KINGSTON-UPON-HULL (Reino Unido) – Una de las cosas más extrañas fue cuando nudistas de color azul empezaron a salir de detrás de los árboles, hacia las cinco de la madrugada, al amanecer. Llegaban más y más, 3.200 personas bajo la luz del alba. Todas desnudas. Y todas pintadas de azul.

Aunque sabía que iba a ver mucha desnudez, aun así me causó una gran impresión.

(AFP / Jon Super)

Cuando la AFP preguntó si se podía cubrir el más reciente proyecto del fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, salté ante la oportunidad.

Tunick se especializa en crear imágenes de gente desnuda en espacios públicos. Ha fotografiado a miles de nudistas en el Zócalo de México, frente a la Opera de Sídney, en un embarcadero en Irlanda, una calle en Cleveland, Ohio... Sólo por mencionar algunas. Como parte del “UK City of Culture 2017” [Reino Unido Ciudad de la Cultura 2017], lo  invitaron a hacer una de sus instalaciones en la ciudad de Hull, en Yorkshire.

(AFP / Jon Super)

Así fue como me encontré en el techo de un autobús de dos pisos en la oscuridad de Hull. Bostezando y charlando brevemente con otros seis fotógrafos y seis camarógrafos acreditados para captar el evento. Todos llegamos a la ciudad cerca de las 3H30 de la mañana. Tunick quería hacer la instalación en las primeras horas del día, antes de que la ciudad despertase y la gente llenase las calles.

Los encargados de prensa nos hicieron entrar en el autobús que estacionaba a los lados de la calle para permitirnos las vistas cerca de un área de parque donde los voluntarios se reunieron para ser pintados de azul. Esperamos unos 45 minutos y luego escuchamos instrucciones desde un altavoz. De pronto la gente azul empezó a aparecer.

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Llegaban y llegaban, hasta que eventualmente llenaron una gran rotonda.

Se podría decir que había un ánimo alegre, la gente conversaba, se reía. Parecía que nadie era consciente del hecho de estar desnudo, pintado de azul y de pie en un lugar público de la ciudad. Supongo que si eres voluntario para algo como esto, no te das cuenta hasta que ocurre.

Tunick llegó y empezó a dirigirlos, a algunos les decía que se acerquen hacia él, a otros que se alejen. Luego tomaba las fotografías desde un ángulo más alto que el nuestro, desde una grúa y desde ángulos muy diferentes.

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Cuando terminó esta parte, pidió a la gente que caminara hacia una calle para tomar algunas fotografías con un edificio victoriano de fondo, luego los fotografió en un puente y en un parque.

No puedo esperar para ver sus fotos, serán expuestas en 2017 en la gallería de arte Ferens, que encargó el proyecto. Apuesto a que van a ser hermosas, absolutamente fantásticas. Él tomó sus imágenes desde ángulos completamente diferentes a los nuestros y van a ser muy inusuales. Especialmente la que tomó frente al edificio victoriano, donde había una multitud de nudistas azules y este asombroso edificio de fondo. Se veía absolutamente increíble. Es difícil describir la imagen. Es algo que probablemente nunca más volverás a ver.

(AFP / Jon Super)

La instalación se llama el Mar de Hull, por eso la pintura azul simbolizaba el agua. Todo era muy surreal, por supuesto. 3.200 nudistas de color azul caminando por una ciudad. No sé ni cómo enfatizar cuán extraño que se vio.

Cuerpos de todas las formas y tamaños, todos de buen humor. Imagino que nadie se inscribiría para algo como esto si no se sintiera feliz de hacerlo. Cuando cambiaron de lugar y nuestro autobús los siguió, algunos de ellos nos gritaron ¡¿Ey, qué estás viendo?!

(AFP / Jon Super)

Lo más gracioso es cómo lo raro se volvió rápidamente normal. Los asistentes de Tunick se veían fuera de lugar y anormales porque estaban vestidos.

Todo estaba magníficamente organizado. Supongo que tienen tanta experiencia con sus trabajos en todo el mundo, que ya lo manejan al dedillo. También fueron muy cuidadosos con la seguridad. Cada cierto tiempo había un transeúnte curioso tratando de tomar fotos con su celular y en seguida la seguridad estaba encima de él.

(AFP / Jon Super)

Creo que todo esto era más sorprendente para los transeúntes. ¿Puedes imaginar? Estás regresando a casa después de una noche larga, tal vez un poco alegre por la bebida, y te encuentras con una multitud de personas desnudas de color azul en la plaza de la ciudad.

También fue interesante lo diferentes que eran las imágenes capturadas por los seis fotógrafos que estábamos sobre el autobús. Ahí estábamos, fotografiando lo mismo al mismo tiempo. Sin embargo, las fotos que hicimos eran diferentes. Claro que a veces todos tienen la misma foto. Pero es interesante cuán diferente pueden ser las imágenes entre un fotógrafo y otro. Realmente enfatiza el lado artístico de la fotografía, la importancia del “ojo”. Podemos estar de pie uno junto a otro, pero el modo en que vemos una escena es totalmente diferente.

(AFP / Jon Super)

Una de las cosas más llamativas ocurrió cuando todos los voluntarios estaban de pie y Tunick les pidió acostarse en el suelo. Mientras se acostaban, la uniformidad de la escena se rompió y se convirtió en una masa retorciéndose para recostarse. Y lo mismo ocurrió cuando se levantaron de nuevo.  Era una vista increíble, realmente sorprendente: la uniformidad de 3.200 personas pintadas de azul, rota por un momento, y luego unida otra vez.

Cuando todo terminó y los nudistas azules se vistieron, también fue algo extraño. Vi a dos mujeres, probablemente en sus cincuentas o sesentas, vestidas de un modo conservador y con una apariencia muy respetable, que cruzaban la calle detrás de nosotros. Todo era muy normal, excepto por el hecho de que iban pintadas de azul y te dabas cuenta de que estaban desnudas hace poco.

(AFP / Jon Super)

O veías a un hombre azul fumando.

O a otro usando un cartón para cubrirse.

He hecho este trabajo durante casi 20 años y nunca he visto algo como esto. De vez en cuando, ves algo en tu vida y piensas que nunca lo vas a olvidar porque es tan diferente de la normalidad de tu vida diaria. Y así fue esto. Fue una increíble visión, realmente lo fue.

Tengo suerte de que me hayan pedido esta cobertura, fue uno de los trabajos más geniales que me ha tocado. 

Stéphane Janssen, un belga de 80 años, saluda al artista tras haber participado en el evento (AFP / Jon Super)

 

Jon Super